segunda-feira, 12 de fevereiro de 2007

Que haya alegria hasta el final

Hay noches en que te sientes más humano y ganas fuerzas ante la maravilla del otro. Eso me ha ocurrido el sábado último, en una reunión de los Grupos de Pioneiros de la comarca de Valencia de la FEV del MSC.
Ignacio llegó acompañado de Juan Antonio (nombres falsos) para cenar, en su silla de ruedas, empujado por dos scouters que con ellos trabajan, en sus práticas de carrera universitaria. Los dos son enfermos terminales, han hablado con chicos de todos los grupos presentes. Han enseñado que el error es parte del hombre, pero que nunca es tarde para cambiar. Han enseñado que atracar bancos es moralmente más correcto que hacerlo lo mismo con tiendas, porque los primeros ganan dinero con el seguro. Han enseñado que no hay peor que la prisión y que peor que esta de muchos hombres es la droga, que lleva cada uno al carcel eterno. No han dicho que no estan limpios, que aún siguen con metadona. Juan Antonio no ha dicho que ha recaído más que una vez.
Ignacio está ciego, no tiene dos piernas, hace hemodiálisis tres veces por semana, pero sonrie cuando lo saludan, rie cuando habla portugues de sus tiempos en la frontera de Brasil con Uruguay. Juan Antonio tiene leucemia y 15 años de condicional. Siguen sonriendo. Hasta que cometan un error más, aprendendo. Juan Antonio ha descubierto el metro, Ignacio ha estado con su família por Navidad.

Gracias a Juanmi, Juan, y a todos los pioneros del Grupo Scout Pio XII por compartiren conmigo estos momentos.

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